"¿Dónde estoy...?". Sin recordar cómo, Kirito se ha sumergido en un
nuevo mundo virtual de fantasía. Con apenas unos pequeños retazos de
recuerdos sobre lo que ocurrió antes de entrar al juego, comienza a
vagar por él buscando alguna pista. Finalmente llega a un enorme y
oscuro árbol, el Cedro Gigas, donde conoce a un joven. "Me llamo Eugeo.
Es un placer conocerte, Kirito". Aunque es supuestamente un habitante de
ese mundo virtual, un mero NPC, el joven parece mostrar el mismo
abanico de emociones que cualquier ser humano. Kirito forja amistad con
Eugeo y continúa buscando la forma de salir de este mundo virtual. Es
entonces cuando recuerda algo que ocultaba en su interior. Recuerda
haber corrido por las montañas con Eugeo cuando solo era un niño... Un
recuerdo imposible que no debería tener, y en ese recuerdo ve también a
una niña de cabellos rubios: Alice. Ese es un nombre que nunca deberá
olvidar...
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